
La tiroides y sus archienemigos: hipotiroidismo e hipertiroidismo
Antes de contarte sobre los protagonistas de esta historia, el hiper e hipotiroidismo, tengo que hablarte del lugar donde sucede todo: la tiroides. Primero que nada debes saber que es una glándula que vive en tu cuello y se encarga de hacer tantas cosas que tuvimos que hacer todo un artículo para contarte de ella.
Déjame te la presento: con tus dos dedos índices, ubica donde está tu cartílago tiroides, para que lo encuentres más rápido es donde los hombres tienen la famosa manzana de Adán, después baja 1 o 2 centímetros y ya que estás ahí, traga saliva. ¿Sentiste algo que subió y bajó? ¡Es tu tiroides! Su principal trabajo es secretar hormonas, entre las cuales existe una muy importante que se llama tiroxina, también conocida como T4. No se escucha tan complicado todavía, ¿verdad? La parte compleja empieza cuando te digo que la tiroides no se regula sola, sino que es un proceso que inicia en el cerebro.
El día a día de la tiroides
Dentro del cerebro hay una glándula llamada hipófisis, esta produce la hormona estimulante de la tiroides (TSH por sus siglas en inglés), básicamente lo que hace es viajar por la sangre hasta donde se encuentra la tiroides y decirle que es momento de ponerse a trabajar. Cuando esta recibe la orden, toma 4 yodos, que son su principal ingrediente, y después libera T4 a la sangre y a los demás órganos. Una vez que la tiroxina (T4) llega a los órganos, se convierte en T3 (o sea que pierde un átomo de yodo) y ahora sí, esta es la última etapa del proceso.
La T3 hace demasiadas cosas en el cuerpo y en general se encarga del metabolismo de los carbohidratos, las grasas y las proteínas, del consumo de oxígeno y la producción de calor. En el corazón regula la presión arterial y en el intestino hace que todo se mueva como debe de ser. También se encarga del crecimiento de los huesos, el desarrollo del cerebro y de producir más células rojas para que no te de anemia.
La tiroides y el cerebro
Esas son las enormes responsabilidades de la tiroides, pero como dijimos hace rato, no se regula sola. Si se emociona y produce demasiada T4, el cerebro entra en acción para regularla. Para balancear, este deja de producir TSH para que ya no se estimule y se calme. Lo mismo sucede al revés: si la tiroides anda de floja, el cerebro aumenta la producción de TSH para que la tiroides también lo haga.
Es más, te lo explico con aparatos electrónicos: la tiroides y la hipófisis actúan como un calentador y un termostato. Cuando el calentador está apagado y se enfría, el termostato lee la temperatura y prende el calentador. Cuando el calor sube a un nivel apropiado, el termostato lo detecta y lo apaga. ¿A poco no el cuerpo humano es una maravilla? Ahora, ¿qué pasa cuando de plano la tiroides no cumple sus funciones a pesar de que el cerebro ya le jaló las orejas?
Chan chaaan chaaaaan: hipotiroidismo e hipertiroidismo
Sí, es cuando se aparece alguno de estos dos indeseables que, aunque son muy comunes, luego los confundimos entre sí o muchas veces ni siquiera sabemos de qué se tratan pero te adelantamos algo: son polos opuestos.
Empecemos con el HIPOtiroidismo. Sucede cuando la tiroides no produce suficientes hormonas. Existen muchas causas por las que esto puede pasar como algunas medicinas, radiación, deficiencia de yodo, problemas en la glándula del cerebro (la hipófisis que le dice a la tiroides que se ponga a trabajar, ¿te acuerdas?). Pero la más común es un problema autoinmune. Esto significa que por motivos que todavía no entendemos del todo, el cuerpo desconoce a la tiroides y manda a que los anticuerpos la ataquen y la destruyan.
Sus síntomas varían mucho en frecuencia pero también en intensidad. Digamos que inicialmente se puede sentir fatiga, depresión, intolerancia al frío, aumento de peso, estreñimiento, piel seca, uñas frágiles, caída de pelo y problemas con el colesterol. Pero no te me adelantes, sé que seguro has tenido muchos de estos síntomas, pero si se te quitaron con el tiempo seguramente no fue la tiroides. Los síntomas más graves, si la enfermedad avanza, son hinchazón en la cara y en todo el cuerpo, disminución de la frecuencia con la que late el corazón, presión baja, hipotermia e incluso coma. Pero no te asustes, el tratamiento es bastante sencillo, básicamente consiste en tomar la hormona que tu tiroides no produce ¡y problema resuelto!
Ahora vamos al HIPERtiroidismo que es exactamente lo contrario. Si los síntomas que mencionamos antes eran porque la tiroides no funcionaba bien, ya te imaginarás lo que pasa cuando se vuelve loca y funciona de más. Hay pérdida de peso, intolerancia al calor, piel sudorosa, taquicardia o incluso arritmias que pueden llegar a ser peligrosas. También puede haber osteoporosis y diarrea. Entre las causas más frecuentes del hipertiroidismo igual que en el hipo, son las enfermedades autoinmunes, solo que estos anticuerpos en vez de atacar a la tiroides y destruirla, la engañan para que trabaje sin parar. Otras causas comunes son tumores que producen las mismas hormonas.
Aquí el tratamiento es más interesante porque muchas veces lo que se tiene que hacer (obvio dependiendo de la causa), es administrar yodo radiactivo (sí, así como de Chernobyl) para que la tiroides se lo coma porque es su ingrediente favorito y así pueda destruirse. Después hay que suplementar porque muchas veces no se puede destruir solo la parte que trabaja de más y se acaba destruyendo toda. También existen medicinas que bloquean el efecto de las hormonas o cirugía en caso de que se trate de un tumor.
El secreto de la tiroides
Hace un par de párrafos te dije que el yodo es el principal ingrediente de la tiroides y quiero contarte un dato curioso acerca de este. A principios de 1900, en muchos países empezaron a notar que el cuello de las personas crecía y no sabían por qué. Tras mucha investigación se dieron cuenta que lo que crecía no era el cuello sino la glándula tiroidea, esta enfermedad es conocida como bocio y puede tener muchas causas pero la más común es la deficiencia de yodo.
Lo que estaba pasando en esos momentos era que debido a la deficiencia de este elemento, la tiroides crecía y crecía para intentar formar más hormonas, pero como no tenía el ingrediente estrella dentro de su fórmula, nunca lo lograba. El problema se resolvió porque alguien muy ingenioso e inteligente, agregó yodo… ¡a la sal de mesa! Por eso siempre ves que en los empaques dice “sal yodada”.
Ya que te regalé un dato curioso para contar en la siguiente comida familiar cuando alguien le ponga sal a sus tacos, continuemos.
Antes de terminar quiero decirte una última cosa que me preocupa sobre este tema. Existen muchas personas que toman medicinas que tienen hormonas tiroideas para bajar de peso. Por todo lo que ya platicamos antes, generalmente sí son eficaces para perder unos kilos de más pero al mismo tiempo generan un enorme daño al equilibrio que existe entre el cerebro y la tiroides y esto puede hacer que dañes su funcionamiento de forma irreversible, así que te SUPLICO que no lo hagas.
Hay formas mucho más sensatas y sanas para bajar de peso, consulta a tu dr/a. de cabecera o a tu nutriólog@ de confianza si lo necesitas. Con esto cierro uno de mis temas favoritos en medicina: el ying y el yang de la tiroides. Recuerda, jamás tomes hormonas tiroideas para bajar de peso y no dejes de comer sal con yodo para que no te de bocio. Eso sí, tampoco exageres con la salsa Maggi en las papitas. ¡Todo con medida para que tu tiroides trabaje como reloj suizo!
Fuentes: