
La ITS más común en el mundo
Si te dijera que existe una enfermedad de transmisión sexual que está presente en el 80% de las mujeres al cumplir 50 años, ¿me creerías? Me encantaría decirte que no es cierto pero desafortunadamente así es y se trata de la enfermedad de transmisión sexual más común en el mundo: el virus del papiloma humano.
A estas alturas también resulta sorprendente que un gran porcentaje de las mujeres ni siquiera sabe que la tiene y lo peor es que el diagnóstico llega demasiado tarde. ¿Lo más impactante? Según el Centro de Detección y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), la mayoría de las personas sexualmente activas la tendrán en algún momento de sus vidas.
Primero lo primero, ¿qué es?
Es una infección de transmisión sexual que se contagia por medio del contacto con la piel, mucosas, fluidos o por exposición durante el nacimiento. Puede afectar piel y mucosas en el área genital, pero también en la boca y la garganta. En la mayoría de los casos el sistema inmune es capaz de controlarla y desaparece sola pero en otras ocasiones la infección persiste, lo que puede generar síntomas y lesiones. De hecho, en algunos casos estos pueden aparecer hasta años después de habernos contagiado, por lo que muchas veces no nos damos cuenta si lo tenemos. Aunque esta enfermedad afecta tanto a hombres como a mujeres, en los órganos sexuales femeninos hay más mucosidad, por lo que tiende a dar más síntomas y más lesiones.
Existen diferentes tipos (más de 100) del virus, lo que quiere decir que ha ido mutando y es como una familia enorme de primos lejanos que comparten el mismo ancestro pero no todos se ven igual. Estos tipos se clasifican en alto y bajo riesgo. Los de alto riesgo son los que generalmente pueden causar cáncer cervicouterino, vaginal, de vulva, de pene y ano, los de bajo riesgo son los que provocan verrugas genitales o condilomas (verrugas muy chiquitas). Cualquiera puede ser detectado por tu ginecólog@ o en el caso de los hombres, por un/a urólog@, la mala noticia es que el virus del papiloma humano (VPH) no tiene cura; la buena es que una vez que lo detectan solo hay que vigilarlo constantemente para evitar que se convierta en una lesión maligna. Eso hace que la prevención y detección sean fundamentales para vivir san@s (aunque sea con VPH) y te explicamos por qué.
Detectar el virus
Para lograrlo, es de suma importancia ir a consulta regularmente y realizar estudios de tamizaje periódicos que permitan detectar la infección o lesiones a tiempo para evitar que avance la enfermedad. Dentro de estos estudios el principal es el papanicolaou que nos permite ver si existen células anormales en el cuello del útero que ya hayan sido afectadas por el virus.
Pero además del papanicolaou, otro estudio muy importante que no debemos olvidar es la colposcopía, en donde el/la ginecólog@, en su consultorio, puede revisar de cerca el cérvix, localizar la lesión y tomar una biopsia si es necesario. De hecho, también existen estudios de PCR (sí, una prueba como la del COVID-19) con la que se puede identificar qué tipo de virus es el que tienes exactamente. Lo más recomendable es realizar ambos estudios en conjunto para tener un mejor control y seguimiento de acuerdo al serotipo. ¿Cómo saber qué tipo de riesgo es el virus? Con el resultado de la PCR, que se puede ver así:
De bajo riesgo
Los virus de bajo riesgo más comunes tienen nombre de números y son el 6, 11, 40, 42, 43, 44, 54, entre otros. Estos no están específicamente relacionados con cáncer pero las lesiones sí suelen crecer y extenderse a tejidos continuos, por lo que siempre es necesario que un/a especialista los revise.
De alto riesgo
Los serotipos de alto riesgo son los que sí están relacionados con cáncer cervicouterino y algunos de los más comunes son el 16, 18, 31, 33, 35, 39, 45 y 51. En México por ejemplo, los más comunes son el 16 y el 18. Además, la mayoría de los virus de alto riesgo no tienen síntomas hasta que ya hay un problema grave de salud, por lo que repetimos: prevención, prevención, ¡prevención!
Ahora: un diagnóstico de virus del papiloma humano tampoco significa que vas a tener cáncer, así que respiremos junt@s. Lo importante es tener un adecuado control ginecológico para evitar la aparición de éste.
¿Cómo prevenir?
Sí, hay que usar protección en cada relación sexual pero hay que aclarar que el preservativo solo protege 70% aproximadamente, pero de eso a nada definitivamente quédate con el 70%.
Otra excelente forma de protegernos es con las tres vacunas existentes para esta enfermedad. Una protege únicamente contra los dos serotipos más comunes (16 y 18); otra protege contra estos y dos más causantes de verrugas genitales, y la tercera protege contra estos y ¡5 serotipos más! Así que pretextos, no hay tantos
Estas vacunas pueden aplicarse desde los 9 años, aunque la edad recomendada es a partir de los 11, y, aunque el VPH ya haya sido diagnosticado, es recomendable la colocación de las vacunas para proteger ante otros serotipos.
¿Qué otra súper herramienta puede hacer que ganes la batalla contra este virus tan silencioso? ¡Tener un estilo de vida saludable!, lo que los doctores nunca nos cansamos de repetir. Una persona sana y fuerte siempre tendrá más posibilidades de vencer al virus y limitar su efecto, por eso es muy importante, como para cualquier otra enfermedad, mantener una dieta balanceada, evitar el tabaquismo, mantener una actividad física constante, cuidar la higiene de sueño y un moderado consumo de alcohol, por mencionar algunas.
¡Tú y solo tú eres la mejor prevención!
Fuentes:
- Instituto Nacional del Cáncer (Estados Unidos). El virus del papiloma humano (VPH) y el cáncer. 2021.
- Planned Parenthood. Papiloma humano: enfermedades de transmisión sexual (ETS). 2021.
- Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Infección genital por VPH: hoja informativa. 2021.
- Organización Mundial de la Salud. Papiloma virus y cáncer cervicouterino. 2020.