¿La genética es destino?

¿La genética es destino?

Dra. Ana Ceci Jara

Todas las instrucciones para formarnos están escritas en nuestro ADN, la molécula de doble cadena con toda la información necesaria para crear un humano. Es la responsable del crecimiento, de nuestro desarrollo, quien determina el color del pelo, de los ojos; da las instrucciones para que se forme el cerebro, el corazón y que todos nuestros órganos puedan funcionar correctamente día a día. Con toda esta programación que viene en cada una de nuestras células, surge una importante pregunta: ¿Es el ADN el responsable de que desarrollemos obesidad, diabetes, depresión o alguna enfermedad a lo largo de nuestra vida?

El ADN no es todo

Cuando empezaron a estudiar y a entender el ADN parecía que obtendrían las respuestas a este tipo de cuestionamientos, que en este código genético estaba escrito nuestro destino, pero con el tiempo resultó que este código no lo era todo. Para empezar, hasta el momento sabemos que tenemos más de 20,000 genes encargados de producir proteínas y muchos más que ayudan a regular su expresión. Al mismo tiempo, hay variantes (antes conocidas como mutaciones) en cada uno de nuestros genes, mismas que pueden dar cierta protección o crear susceptibilidad ante distintas enfermedades.

Lo que sí es verdad es que existen enfermedades determinadas por nuestro ADN. Éstas son causadas por las variantes presentes en un solo gen, lo que causa que éste no produzca una proteína o que esta no tenga su función adecuada. Algunos ejemplos podrían ser la acondroplasia, neurofibromatosis, fibrosis quística o la atrofia muscular espinal.

Sin embargo, la mayoría de las enfermedades que afectan al ser humano son multifactoriales, lo que significa que para su desarrollo influye tanto un componente de susceptibilidad genética como su interacción con el ambiente. Además, dicha susceptibilidad genética no es determinada por un solo gen sino por múltiples genes, causantes, cada uno, de un efecto pequeño.

La heredabilidad

El grado en que nuestro genoma nos determina puede presentar grandes variables. Por ejemplo, la heredabilidad es una medida que nos da información sobre en qué porcentaje, una enfermedad podría atribuirse a los genes en una población. Se calcula que la heredabilidad de la obesidad es de 70% - 80%, mientras que hasta el 80% de la estatura es definida por nuestro código genético; otro ejemplo es el grado que tiene la contribución genética en la inteligencia, que se estima entre 50% y 60% a diferencia de la diabetes que está entre 20% y 80%.

Además de esto, los factores ambientales pueden contrarrestar los efectos de las variantes de susceptibilidad en genes promotores de la obesidad. No todo está en la secuencia genética, sino en mecanismos epigenéticos mucho más flexibles e influyentes de lo que podría imaginarse. La epigenética son modificaciones heredables en la expresión de nuestros genes que no obedecen a un cambio en la secuencia del ADN. Esas modificaciones dependen de nuestro entorno y es la razón, por ejemplo, de que gemelos idénticos –quienes comparten el mismo ADN–, no sean personas idénticas ni desarrollen las mismas enfermedades. Esto sugiere que el código epigenético es mucho más dinámico en comparación con el código genético.

En resumen, el ADN no es quien dicta el destino. Sí puede dar cierta protección o susceptibilidad, pero éstas van a ser modificadas por muchas variables. Conforme avanzan los estudios es más claro que los riesgos de padecer la mayoría de las enfermedades surgen de nuestra interacción con el ambiente: de la alimentación, actividad física, el estilo de vida y la exposición a distintos nutrientes, antioxidantes, sustancias químicas, virus o bacterias.

¡Está en ti mejorar tu estilo de vida!

Así que la próxima vez que quieras echarle la culpa a tus genes y decidas no cuidarte porque de todos modos te dará diabetes, piénsalo dos veces. Las modificaciones en tu alimentación y actividad física llevarán a una diferente expresión de tu genoma, lo que podrá disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades a lo largo de tu vida. Cambiar tu estilo de vida y conocer tus antecedentes son las mejores herramientas para cuidar tu destino. No depende de nadie más que de nosotros.

Fuentes:

  1. Kim, J. Are genes destiny? Exploring the role of intrauterine environment in moderating genetic influences on body mass. 2020.
  2. Schmitz, R., Schultz, M., et al. Transgenerational epigenetic instability is a source of novel methylation variants. 2011
  3. Patron, J., Serra-Cayuela, A., et al. Assessing the performance of genome-wide association studies for predicting disease risk. 2019.

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