¿El cambio de horario afecta nuestra salud?

¿El cambio de horario afecta nuestra salud?

Dra. Ana Ceci Jara

Dos sábados al año la mayoría de las conversaciones de l@s mexican@s se centran en una sola cosa: el cambio de horario y cómo impacta nuestras vidas. El debate empieza cuando llega el momento de atrasar o adelantar el reloj una hora porque sabemos que nuestra rutina y actividades diarias se verán afectadas hasta que nos acostumbremos al nuevo horario. Siempre hay quejas y disyuntivas sobre cuál de los dos nos funciona mejor o si verdaderamente estamos perdiendo horas de sueño pero lo más importante, y de lo que casi nunca hablamos, es de cómo el cambio afecta nuestra salud y por qué actualmente en nuestro país buscan eliminar el horario de verano.

Nuestras funciones biológicas y los ritmos circadianos

Lo primero que tenemos que saber es que la luz solar impacta nuestras funciones biológicas (las que necesitamos para vivir) porque nos regimos por el ciclo circadiano. Esto quiere decir que nuestros cambios físicos y mentales se regulan al día, cada 24 horas y dependen de la luz que hay afuera para funcionar correctamente. Cuando hay luz nuestra glándula pineal deja de producir melatonina para ayudarnos a despertar y estar alertas durante el día, mientras que en las noches el cuerpo produce esta hormona libremente para que podamos descansar.

¿Qué pasa si está oscuro en las mañanas y nos exponemos a la luz por las noches? Para empezar, si durante la noche seguimos expuest@s a la luz, el cuerpo retrasa la liberación de melatonina, promueve somnolencia y dificultad para conciliar el sueño. Lo contrario pasa en las mañanas oscuras, si no hay luz se nos complica muchísimo despertar y empezar nuestro día como debe ser. Es como cuando estás de vacaciones en un hotel con cortinas que tapan completamente la luz y de pronto ya son las 11 de la mañana pero tú sigues con muchísimo sueño. El problema es que este desbalance en el que no descansamos bien afecta y mucho.

La importancia del sueño

El sueño es esencial para la salud general de cualquier persona, es tan importante como la alimentación y la actividad física, sin él no podemos funcionar correctamente porque durante las horas que pasamos dormid@s nuestras células se reparan, regeneran y recuperan, lo que no puede suceder de la misma forma si estamos despiert@s. De hecho, el sueño es tan reparador que existe un vínculo importante entre éste y los niveles de inflamación del cuerpo, el funcionamiento de nuestro sistema inmunológico y algunos factores de riesgo para tener depresión, enfermedades gástricas, migrañas, entre muchos otros padecimientos.

El sueño insuficiente y los ritmos circadianos interrumpidos son tan dañinos que también afectan nuestras decisiones y provocan accidentes. De acuerdo con investigador@s de la Universidad Estatal de Washington, al perder sueño también perdemos nuestra capacidad de reacción, de asimilar nueva información y como consecuencia la toma de decisiones también se ve afectada con resultados negativos. En un estudio con 26 voluntari@s en donde la mitad no durmió por dos días y la otra mitad durmió a sus horas, se descubrió que en las personas que no durmieron tuvieron muchos errores en un simple ejercicio, incluso después de varios intentos.

Los efectos del mal dormir no son poco comunes, de hecho, de acuerdo con la Clasificación Internacional de los Trastornos del Sueño, la mayoría de las personas seguimos un patrón de poco sueño que persiste por más de tres meses y sucede prácticamente todas las noches, lo que promueve condiciones de salud graves como obesidad, enfermedades cardiacas y hasta diabetes.

Entonces, ¿qué nos pasa con el horario de verano?

En la transición de horario estándar a horario de verano perdemos una hora de sueño, la cual parecería ser responsable de efectos agudos en la salud a largo plazo, como una mayor incidencia de eventos cardiovasculares, trastornos del estado de ánimo, e incluso, accidentes automovilísticos. ¿Por qué? Porque estamos desbalanceando nuestros relojes biológicos y como todo, tiene consecuencias.

Aunque los efectos crónicos de permanecer en el horario de verano durante todo el año no han sido bien estudiados, es una realidad que está menos alineado con el ciclo circadiano humano y la falta de sueño sí se asocia con el riesgo de enfermedades físicas como el síndrome metabólico y mentales como el trastorno depresivo.

La Academia Estadounidense de Medicina del Sueño argumenta que el horario estándar con mañanas soleadas está más alineado con el reloj natural del cuerpo así que aunque nos acostumbremos tarde o temprano al nuevo horario, nuestro cuerpo siente que son las 7 de la mañana sin importar que nuestros relojes marquen las 8.

Horario estándar vs. horario de verano

Pero no todo son malas noticias, aunque el horario de verano sí está bajo la lupa médica y gubernamental de muchos países, el horario normal no lo está. De hecho, cuando regresamos al horario estándar a la mitad del año, ganamos una hora de sueño, lo cual ha demostrado ser benéfico para la salud.

De acuerdo con científic@s de la Universidad de Alabama en Birmingham, en los dos primeros días después del cambio de horario estándar las tasas de infartos y eventos cardiovasculares disminuyen hasta en un 10%, al igual que los accidentes automovilísticos. Esto confirma que aunque nos podamos desequilibrar con tanto cambio, el horario estándar no parece tener efectos nocivos sobre la salud y hasta puede ser benigno, mientras que la transición al horario de verano sí tiene implicaciones graves que no debemos dejar pasar.

Así que no eres tú, ¡es el horario! Todas esas veces que te costó integrarte a tu rutina después de un cambio como éste tienen una justificación científica, somos criaturas rítmicas y aunque sea una hora al día, es un hecho que es suficiente para afectar nuestra salud emocional y física a corto, mediano y largo plazo. Aunque el cambio de horario no está en nuestro control, lo que sí podemos hacer mientras deciden si se va a quedar o no en México, es estabilizar lo más posible nuestros horarios de sueño, además de que vas a estar de mejor humor, te podrás despedir de todos esos achaques que trae el no dormir bien. Sí, adiós, dolor de espalda.

Y sobre todo, hazle caso a tu doctor/a de cabecera y, ¡no veas pantallas antes de dormir! Parecería que es algo pequeño, pero créenos, tu reloj biológico te lo va a agradecer.

Fuentes:

  1. Berk, M., Dodd, S., et al. Small shifts in diurnal rhythms are associated with an increase in suicide: The effect of daylight saving. 2008.
  2. Malow, BA., Veatch, OJ., et al. Are Daylight Saving Time Changes Bad for the Brain? 2020.
  3. The New England Journal of Medicine. Daylight Saving Times and Traffic Accidents. 1996.
  4. Hansen, B., Sønderskov, Kim., et al. Daylight Savings Time Transitions and the Incidence Rate of Unipolar Depressive Episodes. 2017.
  5. Adeel Rishi, M., Omer, A., et al. Daylight saving time: an American Academy of Sleep Medicine position statement. 2020.